Julio Contreras en su libro sobre el Castillo transmite una narración sin rigor histórico alguno que podría ser leyenda o realidad. “El pirata berberisco que dio nombre al Castillo y su cala, era un esclavo condenado en las minas del Rif en los tiempos de la dominación musulmana. A todos los forzados que trabajaban en aquel lugar se les practicaba un profundo corte en el apéndice nasal al objeto de ser fácilmente reconocidos en caso de evasión. A pesar de tan salvaje medida, el protagonista de esta historia consiguió huir, acompañado de un pequeño grupo de seguidores, los que después de alcanzar la costa, se apoderaron de tres bajeles que les permitieron ejercer la piratería en las costas del estrecho con base en Ceuta”. El citado Corsario, probablemente se estableció en esta Cala, viviendo en la antigua torre que pudo se Romana-Bizantina, denominada FINIS TERRAE, y amarrando sus barcos en la pequeña Cala. Con la Conquista de Ceuta por los portugueses en 1415, probablemente, Estos utilizaran la antigua Torre de Vigilancia, y el Corsario tuviese que abandonar la Cala.
La primera referencia histórica la leemos en el libro “Historia de la ciudad de Ceuta” escrito por el historiador portugués Jerónimo de Mascarenhas y data de 1417 en el que describe como un célebre corsario, apodado “El Desnarigado” hace un desembarco en una cala que la Almina tiene en la parte de levante, que sería rebautizada como Cala del Desnarigado, sorprendiendo a los escuchas portugueses que se encontraban en la torre de vigilancia, ladera debajo de donde se asienta el actual Castillo. (Fotografía: Plano de la Cala del Desnarigado) Los corsarios capitaneados por “EL Desnarigado” hacen prisioneros a pescadores y gentes que habitaban en la Cala y comienzan la huida en sus tres Fustas (barcos). Dada la alarma en la ciudad comienza la persecución y enfrentamiento con los piratas quienes ejecutan a parte de los cautivos, aunque otros prisioneros consiguen ser salvados por la Guardia Portuguesa que captura dos de las tres Fustas, la tercera, con el Desnarigado al mando, consigue escapar. Este caso tuvo tal repercusión en Ceuta, que desde entonces se llamó a esta cala “El Desnarigado” Siete años más tarde, a finales de 1424, nos lo volvemos a encontrar también gracias a Mascarenhas, que relata otro enfrentamiento con tres Fustas Piratas, entre los que se encontraba el valeroso Corsario apodado el Desnarigado. En esta ocasión, dice Mascarenhas que murieron más de sesenta corsarios. Lo más probable es que el Desnarigado fuera uno de los cuatro corsarios de “gran opinión” muertos en la batalla, porque, a pesar de los numerosos incidentes marítimos entre ceutíes y berberiscos que continúan relatándose con todo lujo de detalles, nuestro Corsario deja de ser nombrado en todas las historias escritas en Ceuta.
